Hoy comenzamos a conocer a Frida Kahlo, pintora mejicana. Nos enteramos que vivía en una casa azul junto a sus hermanas y a su mamá y papá que era fotógrafo. Siendo chica tuvo una enfermedad muy seria llamada polio. Estuvo mucho tiempo en cama y todos pensaban que Frida no volvería a caminar. Su papá le regaló una valija con pinturas y pinceles. Allí comenzó a amar el arte y la pintura. Pero ella se esforzó mucho y logró caminar, aunque una pierna le quedó más corta. Como era muy coqueta, usaba polleras largas de bellos colores y así disimulaba su problema. Adornaba su cabeza con hermosas trenzas, flores, moños y todo lo que encontraba para estar más bella.
Nosotros trabajamos pintando un retrato de Frida con acuarelas.
La Maratón Nacional de Lectura es la campaña anual de
promoción de la lectura de Fundación Leer.
Se realizó el viernes 18 de septiembre de 2015
en todo el país. Durante ese día, 4.500.000 jóvenes de todas las edades y en todos los rincones de
la Argentina leyeron, escucharon historias, al mismo tiempo junto con otros niños para
comunicar a la sociedad que leer es bueno para el presente y para el futuro de
nuestros chicos.
Este año el lema que de la Maratón fue Entre el libro y el
lector, un camino de infinitas lecturas.
La consigna fue que el día de la Maratón nos dediquemos a
leer junto con los chicos y disfrutemos de una jornada de lectura y actividades
recreativas.
Quisimos comunicar a los chicos y a la
sociedad en general que leer es una actividad placentera fundamental para la
educación y el desarrollo de los niños.
Nuestra sala trabajó con una leyenda de origen mejicano titulada "La mujer que brillaba aún más que el sol"
La historia que se relata en este texto está basada en un
cuento de tradición oral de México. Nos
narra la llegada de Lucía Zenteno a una aldea.
Esta mujer esplendorosa, majestuosa y de largo cabello negro tenía gran
afinidad con la naturaleza de manera tal que se acoplaban. Los ancianos del
pueblo les aconsejaban a los pobladores que la respetaran y honraran, pero el
pueblo hizo todo lo contrario; muy probablemente por el temor que les generaba
lo desconocido. De esta manera
consiguieron que Lucía Zenteno se fuera del poblado y junto a ella sus recursos
naturales enredados en su larga cabellera.
Al verse sin los recursos necesarios para sus vidas tuvieron que
buscarla y pedirle perdón. Lucía se
compadeció de ellos y regresó al poblado para devolverles los recursos
naturales a la aldea.