
Al igual que los escritores leímos y releímos lo realizado para hacer los cambios necesarios y para que el relato sea claro y entendible para quienes sean nuestros futuros lectores.
A partir de ahora viene otro trabajo grande: comenzar con la ilustración del relato. Aquí también se necesitan acuerdos entre todos y recordar el texto cuando hay descripción de los personajes. Hemos trabajado mucho y estamos satisfechos con nuestra versión del soldadito de plomo.
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