Como ya hablamos, a Antonio le encantaba jugar al fútbol en las calles de Rosario. Con sus amigos construía pelotas de trapo. Durante esta semana, y con la ayuda de Pablo intentaremos hacer lo mismo: construírlas y por supuesto jugar con ellas!
Sus cuadernos estaban repletos de dibujos hechos con carbonilla y lápiz negro.
Sus papás notaron que sus trabajos eran muy bellos y que era muy importante que Antonio aprendiera mucho más.
Por eso decidieron mandarlo a un taller en donde se hacían vitrales.
¿Te acordás lo que hablamos de los vitrales?
Es un trabajo realizado con pedacitos de vidrios de colores unidos entre sí por varillas de plomo.
Durante esta semana realizaremos nuestros propios vitrales con acetato, porque los vidrios son muy peligros de trabajar para nosotros.
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