BIENVENIDOS A LA SALA DE LOS DRAGONES

viernes, 29 de noviembre de 2013

¡ERA UNA VACA!

                                             RUPERTO DETECTIVE (Capítulo 10)

-¡Mmmm! ¡Mmuuucho gusto!- saludó el monstruo
-¡Igualmente!-contestaron los bichos asombradísimos. Ruperto se rascó la cabeza. El monstruo no parecía tan malo.
-¿Qué te pasa? ¿Todos este tiempo asustándonos y ahora te hacés el bueno?
-Perdonen, creí que venían de parte del hombre malo.-¡Tienen que ayudarme!- suplicó la voz gruesa del monstruo.
¿Ayudarlo? Se habían pasado la noche pensando en derrotarlo y ahora resultaba el monstruo flor de miedoso.
-Me estoy  escondiendo- les explicó- Yo vivía en el campo, éramos muchos como yo, pero un día llegó un tipo alto,
con cara de enemigo y dijo que nos sacaría el cuero para hacer pelotas. Por eso me escapé.
-¿Y qué clase de monstruo es usted, eh?- preguntó Ruperto.
-Soy una vaca.
Vaca, anotó Ruperto en su libreta. Nunca había escuchado hablar de esa clase de monstruo. ¿Qué harían?
¿Volarían?¿Chuparían la  sangre a los mosquitos?¿Morderían a las viejitas inocentes?
Ruperto no sabía nada de nada acerca de las vacas. Pensó en el hombre. ¿Cómo podría dominar a una manada de monstruos?
-¿Qué hacemos ahora?-se preguntaban los bichos. De pronto pusieron todos caras de terror. Se escucharon pasos.
-¡Es él, es él!-dijo el monstruo asustado. Los bichos corrieron para todos lados con miedo de que los hicieran pelotitas.
Ruperto pensaba  que tenían que hacer algo. ¿Pero qué? Los pasos se acercaban. ¡Lo tengo!- dijo el sapo.
Entró el ratón corriendo: está buscando en los dormitorios y ahora entró al baño. ¡Creo que va a hacer caca!
Ruperto les contó el plan. Veinte murciélagos volaron hacia un dormitorio y volvieron cargando una sábana y una funda.
Entre todos le pusieron la sábana al monstruo y después los murciélagos se metieron en la funda.
La funda voló hasta ponerse encima de la cabeza de la vaca. Parecía un enorme fantasma.
Los pasos llegaron a la cocina. Los bichos escondidos en los rincones empezaron a hacer ruido:
-UUUUU, UUUUU, UUUU.
El hombre quedó paralizado de miedo. Un enorme fantasma blanco estaba delante de él. Miles de voces hacía uuuu, uuuu.
La cabeza blanca del fantasma se separó del cuerpo y comenzó a volar por la habitación. Volaba y se le acercaba más y más.
Cuando no podía más del susto el hombre malo sintió algo. Eran cosas que trepaban por sus piernas y lo pellizcaban.
Salió corriendo y gritando como loco ¡Socorro! ¡Monstruos! ¡Fantasmas! ¡Auxilio!
Los cangrejos que se habían trepado a las piernas se reían, los sapos saltaban y festejaban como locos.
-¡Mmmm!- el monstruo con la sábana puesta parecía muy feliz. Se la sacaron.
-¡MMMM ¡Muchas gracias! Ahora puedo irme a buscar un nuevo hogar.
Ruperto con las manos en los bolsillos miraba a sus amigos festejar. Caminó hasta la puerta.
En el cielo había aparecido la luna llena enorme, como un globo. Sonrió. El también estaba alegre.
Pensó que cada vez que hubiese una noche con luna y todos durmieran, su amiga la vaca estaría bien. Seguramente aullándole una canción a la luna llena.                                                      
  FIN

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